Acudir a instrumentos como la Antropología Jurídica para encaminarse a la construcción de una sociedad democrática contemporánea representa un reto amplio y más cuando se trata de comprender, el fenómeno de los homicidios de líderes sociales en nuestro país y la relación con la violencia política, que por muchos años ha marcado la historia de Colombia.
Interpretación de la violencia política desde la Antropología Jurídica
La antropología jurídica es fundamental para acercarnos a la comprensión de la violencia política, entendiendo este último fenómeno como una constante dentro de nuestra cultura, así como del desarrollo de nuestra sociedad.
El profesor Esteban Krotz, presenta las funciones de la utilidad de la antropología jurídica para el estudio de los fenómenos sociales, esto cuando afirma que:
“El derecho se ha venido apropiando de dos conceptos que tradicionalmente han sido tratados desde la ciencia antropológica, esto es: El conflicto y la cultura”.
En la línea de argumentación de este autor, la antropología jurídica, proporciona el fundamento epistemológico para efectos de comprender la “diversidad sociocultural” que constituye nuestro ethos, entendido como el carácter, forma de vida, y desde luego, el comportamiento que como individuos nos identifica
En el caso de la violencia política, tenemos que, nuestra historia se ha desarrollado fuertemente en medio de dos acontecimientos, uno de ellos es la violencia y el otro la desigualdad.
Esto se ha traducido en significativas guerras civiles desde el siglo XIX, (Momento en que nos comenzamos a consolidar como una nación autónoma e independiente); y ni hablar, de todo el siglo XX (Momento en el cual, nuestro país se encontraba en un proceso de modernización del Estado).
Así que, se vio determinado sobremanera por el periodo historiográfico denominado la violencia, con el magnicidio del pensador y líder sociopolítico, Jorge Eliecer Gaitán -Que por cierto, no sería el único líder social y político asesinado hasta hoy-.
Eso sin contar el caos y la proliferación de diferentes bandos y facciones criminales surgidas de lado y, al margen del propio establecimiento colombiano.
¿Por qué tomar estos acontecimientos como algo caótico?
De estos acontecimientos se comprende dos aspectos de forma general:
- La inestabilidad política e institucional que nos precede y determina como nación y sociedad.
- La apenas palpable hipótesis con fuerza de ley, que reza: “Colombia no ha llegado a su desarrollo o cúspide como Estado pese a las garantías constitucionales que reposan en la constitución política de 1991, y el ordenamiento jurídico fijado para tal fin”.
Entonces, de acuerdo con tales situaciones ¿Cuál sería la utilidad-viabilidad de la antropología jurídica en aras de comprender el asesinato de lideres sociales? En respuesta, a tal interrogante, desde la misma interdisciplinariedad, señalada por Krotz, se puede echar mano de dicha disciplina para efectos de:
“Hacer una radiografía o estado de la cuestión a propósito de la formación del espíritu nacional que nos define como país”.
Esto no con la mera curiosidad de examinar lo acontecido con nuestra historia pasada, -por supuesto que no- ya que pensar de dicha forma sería desperdiciar la riqueza cognoscitiva que proporciona esta disciplina.
Se trata de colocar ese pasado en contexto del presente, para efectos de proponer e intervenir como científicos sociales, los problemas que día a día tenemos en nuestra sociedad, aquellos que nos enseñan y nos permiten crear conciencia del precario sistema y orden que constituye y regula nuestra propia vida.
Pero no todo es oscuro, para ello la antropología jurídica, nos presenta una ruta para efectos de salir del laberinto de incertidumbres en el que nos encontramos, dicha ruta es: la comprensión de la alteridad.
La necesidad de Comprender La Alteridad
Partiendo de una afirmación sumamente grosera e inconsciente, sostenida por el actual gobierno nacional, esto es:
“Los territorios con más asesinatos son: donde se presenta la disputa entre grupos dedicados al narcotráfico y a la explotación ilícita de minerales" .
Estableciendo una ambigua relación entre asesinatos de líderes sociales y actividades al margen de la ley, en zonas geográficas plenamente identificadas.
Esto no sólo refleja la incapacidad del Estado para efectos de defender a lideres sociales y políticos, -Aspecto fundamental dentro de un Estado Social de derecho, así como una democracia contemporánea-.
Además revela la incapacidad del Estado de haber alcanzado su propia modernización a nivel político e institucional, tal y como señala Jorge Orlando Melo. Pero este óbice representa una característica propia de los comportamientos no sólo de la clase dirigente de nuestro país, si no también, de algunos ciudadanos que no nos hemos sensibilizado lo suficiente ante los cientos de problemas sociales que azotan a nuestro país día a día.
De esto se abre, otra veta en la cual la antropología jurídica cobra mucha vigencia y validez, esto es, el estudio de la cultura política que caracteriza a nuestros mandatarios (Ayer, hoy y siempre) y, por supuesto, la morfología social de nuestra ciudadanía que en la mayoría de los casos manifiesta una cultura de indiferencia ante el otro. Es en este sentido, es que la alteridad planta su bandera.
Alteridad entendida no sólo como “la aceptación del otro”, si no como el reconocimiento “de ese otro que no soy yo” y, que me completa a partir de la diferencia. Es entonces, en el marco de la pluralidad que nuestra cultura y sociedad terminan por ser las piezas que completan el rompecabezas de nuestro propio horizonte de comprensión de nuestra propia identidad y nación.
La antropología jurídica como instrumento para dar solución a la violencia política
Resulta viable y pertinente acudir a los postulados teóricos de la antropología jurídica para comprender y por supuesto abrir una discusión sobre un fenómeno social, que nos ha marcado fuertemente no sólo a nivel cultural si no como tradición y país. Vale señalar, que tal fenómeno es la violencia política. Realidad a la que ningún individuo de este país puede tomar indiferentemente.
Constituyendo una perspectiva, es válido sostener que la antropología jurídica proporciona un estatuto conceptual, científico, pero sobre todo metodológico a dicho problema, esto para efectos de que profesionales en formación como los abogados y/o científicos sociales, puedan intervenir de manera positiva estas situaciones.
No sólo para que se reflexione desde la academia -Aspecto sumamente válido- si no para adelantar trabajo de campo.
La antropología jurídica se enmarca como el mapa de ruta, o la cultura general para efectos de participar en sociedad como ciudadanos legitimados en un contexto presente que, enseña el desafío para las futuras generaciones, entiéndase el respeto por lo diverso, y la defensa por aquello que me completa y que no soy yo, pero que a todas luces me hace ser más humano.
Autor: Fernando Hernández
Edición: Erika León Fuentes y Andrés Correa
Referencias
Esteban Krotz, en: Antropología jurídica perspectivas socioculturales en el estudio del derecho: “sociedades, conflictos, cultura y derecho desde una perspectiva antropológica”.
https://www.dw.com/es/colombia-vincula-asesinatos-de-l%C3%ADderes-sociales-a-cultivos-il%C3%ADcitos/a-56657761, “Colombia vincula asesinatos de líderes sociales a cultivos ilícitos”, (Made For Minds, 23-02-2021).
Jorge Orlando Melo, en: Algunas
consideraciones globales sobre "modernidad" y
"modernización" en el caso colombiano. INSTITUTO DE
ESTUDIOS POLÍTICOS Y RELACIONES INTERNACIONALES (IEPRI) UNIVERSIDAD NACIONAL DE
COLOMBIA, 1990.
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