Bauman y la Ética Posmoderna

El libro "Ética posmoderna" presenta una aguda reflexión a propósito del tema de la ética en el siglo XXI y de la posmodernidad. Bauman como estudioso de los debates que han nutrido una tradición de problemas y miradas, recoge los más importantes aportes para revisar una cuestión perenne: ¿en qué está el hombre actual en términos morales?, ¿de qué deben estar constituidos los códigos éticos en la posmodernidad? al igual que importantes apreciaciones sobre la fragilidad del hombre, y la valoración del ego del ser humano.

(La siguiente entrada corresponde a una segunda parte de la reseña del libro “Ética posmoderna”, del filósofo y sociólogo polaco-británico con raíces judías, Zygmunt Bauman. )

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Adentrándonos en su obra

El libro presenta de manera incisiva pero detallada, la continuación de la modernidad, en nuestra sociedad actual en donde una persona puede cambiar de posición social a otra de forma fluida y reiterada, lo cual trae para todos los individuos: una aceleración de los tiempos históricos, así como continuos sentimientos de ambivalencia, incertidumbre, relatividad y sentimientos de que la vida y el tiempo son desperdiciados o carentes de valor.  

Bauman señala con extrema agudeza intelectual que el papel y el lugar del hombre moderno, así como el de los Estados, va desapareciendo; están desfigurándose como entidades y estructuras solidas o rígidas. 

Ahora es el momento de los cambios, y no de las permanencias, pues así lo exige la sociedad globalizada.

Es así como vemos, que se trata una radiografía social, a propósito de las sociedades globalizadas (que han sido altamente calificadas como desarrolladas, pero que en realidad son una continuación del proceso de modernidad), marcadas por las crecientes economías de mercados capitalistas y globales. En las cuales, la privatización de los servicios se hace más creciente y la revolución de las nuevas tecnologías y la información marcan las pautas de dicho modelo social de desarrollo.

El objetivo de Bauman

El autor quiso presentar una crítica incisiva y distinta al estudio de la modernidad, así como a la posmodernidad, esto a partir de la revisión del problema de la ética en las sociedades globalizadas, describiendo en este proceso ¿Cómo? el paso y extensión de la modernidad, dentro de la sociedad contemporánea se caracteriza por una profunda crisis que provoca fuertes zozobras de tipo institucional y personal.

Por otra parte, expone su concepto capital de sociedad líquida, como un proceso de atomización de la sociedad y como fenómeno moderno derivado del proceso de post-industrialización, de la globalización económica, al igual que, de los avances irónicos de la comunicación y las nuevas tecnologías. En un mundo con mayor conectividad aparentemente fluyen las relaciones interpersonales y estas se diluyen, se extinguen por la virtualización de las redes sociales. 

La matriz de la personalidad de la modernidad tardía para Bauman, representa una ambigüedad en el seno de las relaciones sociales, que a su vez, producen la mutación de lo que denomina el sí mismo reflexivo y múltiple: la formación del yo moral como elemento constitutivo del sujeto líquido. 

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Por otra parte, se esfuerza por explicar el modernismo liquido (Continuación de la modernidad en la sociedad contemporánea), a partir de la imposición de un modelo social basado en la demolición de patrones tradicionales, y en el reemplazo de nuevos patrones auto escogidos por los individuos excluidos de las redes de contención. 

Criticas y valoraciones acerca de la obra

Resulta muy atractivo para los estudios de la ética, en el contexto contemporáneo, la propuesta del autor, por cuanto, retoma en un original análisis, casi que comparativo, algunas de las exigencias del tema de la ética ajustadas a las problemáticas concretas de la sociedad moderna, e incluso de la actual (esto si lo revisamos con el desarrollo histórico periodizado), relacionado en temas como:

• Relaciones de pareja
• Las relaciones interpersonales
• La ética en el sector empresarial o de los gobiernos
• Las convicciones políticas y personales entre otros

Es así que, por medio de su exposición del sujeto líquido presenta argumentos clave para entender que la modernidad ha mutado y sigue o transcurre en nuestro propio contexto actual. Así tenemos que, ahora se trata de una modernidad tardía o líquida, en la cual los sentimientos de ambivalencia, y sobre todo una incertidumbre constante es la que marca el desarrollo de nuestras vidas, de nuestra cultura, así como el radio de nuestras decisiones.

Sex And The City, 1999 

No obstante, se trata de un camino complejo porque el autor nos propone una ética desligada de los grandes determinantes morales, así como de los universalismos éticos, de cara derribar los fundamentalismos que oprimen el desarrollo del verdadero yo moral en los diversos grupos humanos. 

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Aquí  reside el mayor aporte del autor a través de su libro, pues se trata de retornar la mirada hacia el verdadero sentido del ethos, entendido como formas de vida y pautas de comportamiento que adoptan determinados individuos que hacen parte o pertenecen a una sociedad. 

La ética es fuertemente determinada por la cultura y la sociedad en donde se desarrollen tales manifestaciones del carácter, de las costumbres y de los hábitos; por tanto he ahí la importancia que tiene la pluralidad dentro de las sociedades globalizadas. 

Es a lugar, realizar una crítica a la propuesta del libro que predica la existencia de una ética que no se base en una moral prescrita, o en palabras del propio autor, de un código moral rígido. La ética dotada de una pluralidad reclama unas exigencias tanto en la modernidad como en nuestro contexto contemporáneo, tal y como señala Alasdair MacIntyre (2017-21) al predicar: 

La existencia del “bien moral, el cual se encuentra nutrido de hábitos, conocimiento, pero sobre todo virtudes”, y es precisamente la ética de las virtudes, de los hábitos y del conocimiento la que presenta como una necesidad contemporánea la consolidación del ethos (Sea entendido como carácter, conducta o personalidad) que guie por el buen vivir al hombre en nuestro contexto contemporáneo.

El bien moral existe con arreglo a una comunidad de personas involucradas en una práctica concreta que exija el juicio/valoración moral, bien sea por obligación (Deontología), o por consecuencias y ganancias de tales acciones (Praxeología- Utilitarismo), o través del fortalecimiento de múltiples valores (Axiología). Lo central de la cuestión, está presente en  una ética basada en virtudes, que tenga la facultad de guiar y desarrollar las prácticas sociales y la vida humana hacia un fin o sentido contingente no vacuo (Teleología), ello según el contexto en que la moralidad de los actos es evaluada y desde luego aplicada.  

Los desafíos de la Ética en el siglo XXI

Vale la pena, retrotraer al debate aportes significativos de los maestros de la sospecha, que ya habían señalado la herida en el ego y en la ratio humanas; Primero, Marx al señalar la alienación del hombre y de las clases sociales en medio de los determinantes económicos que explotaban-determinaban a los hombres, no permitiéndoles volver a lo fundamental de su ser social, es decir, a la conciencia de su alienación por medio de la praxis y de la transformación material de su ser histórico dialécticamente. 

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En segundo lugar, Nietzsche cuando anuncia la muerte de Dios, y con este proceso ontológico, la deconstrucción del sentido de la moral preponderante en Occidente y fundamento de la civilización judeocristiana, así como un nihilismo, una superación de los valores, principios y categorías que impiden la madurez mental y física, o lo que equivale al surgimiento del super hombre, y de su voluntad de poder, de sus instintos dionisíacos y vitales. 

Friederich Nietzsche, Filósofo alemán

Como tercera medida, Freud señala que el hombre cartesiano (Totalmente racional), es un recorte mismo de la realidad y, por el contrario, existen comportamientos, actitudes e instintos que no son racionales (que no se pueden controlar totalmente) y viven dormidos en la psique del hombre, por cuanto el inconsciente representa la pulsión de los instintos y deseos más ocultos en la mente del hombre que se revelan de manera incierta, pero adjetivizante en la cultura y la sociedad moderna de forma tripartita, es decir: el yo, el supero yo y el ello; en donde el principio de placer se convierte en el principio de realidad. 

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Finalmente, está Bauman, quien esboza el sujeto liquido como entidad contraria al sujeto trascendental kantiano, y encuentra que la vida y la sociedad en la que vivimos (Modernidad tardía), es entropía, incertidumbre y constante ambivalencia, ya no pueden dominar los imperativos morales, ni los universalismos/fundamentalismos, ahora es la pluralidad y con ella el cambio y la manifestaciones de los roles del hombre, lo que nos hacen entender que vivimos en tiempos líquidos, casi que determinados por la virtualización de las relaciones humanas a causa de la hipertecnologización de la sociedad globalizada; es decir,  estos son los desafíos de una ética en el siglo XXI.    

Bibliografía

Bauman Zygmunt, Ética posmoderna. (Siglo XXI editores, 2009, 324 Págs.)

MacIntyre Alasdair, ética en los conflictos de la modernidad. (Ediciones Rialp, 2017, 526 Págs.)

Autor: Fernando Hernández.

Revisión: Eliana Vargas.

Edición: Erika León Fuentes y Andrés Correa.

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