La explotación sexual de menores se ha convertido en un tema álgido para varias naciones en todo el mundo. Entre estas, Afganistán, país del sur asiático, que cuenta con un número alarmantemente de casos de explotación sexual, cobijados bajo la práctica Bacha Bazi; esto ha atraído la atención y las críticas generalizadas de todos los sectores. En esta práctica, niños y adolescentes son obligados a vestirse con ropa y maquillaje femeninos, de manera sexualizada, y posteriormente, forzosamente son puestos a la venta en mercados de prostitución y esclavitud.
Pero al mismo tiempo inaugura, juntamente con la esclavitud y con las riquezas privadas, aquella época que dura hasta nuestros días y en la cual cada progreso es al mismo tiempo un regreso relativo y el bienestar y el desarrollo de unos verifícanse a expensas del dolor y de la represión de otros. (Federico Engels, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado)
Menores en medio de la guerra.
La llegada de los talibanes a la capital afgana (Kabul), ha hecho recrudecer el pánico entre la población, ante el temor de un nuevo reino de terror, como el que ya existió entre 1996 y 2001.
La invasión de los talibanes en Afganistán, la toma del poder por parte de este movimiento y organización militar fundamentalista islámica, la inestabilidad política-social, la retirada de las tropas militares estadounidenses y la grave violación a derechos humanos han llamado la atención y preocupación a nivel internacional.
Los peligros del régimen talibán son muchos y adquieren formas muy diversas. Sin embargo, hay otros que ya existían incluso antes de su regreso a Afganistán y que pone en peligro la vida y la indemnidad sexual de los niños, especialmente de los que menos recursos poseen.
Los bacha bazi son menores víctimas de abusos sexuales por parte de hombres adultos afganos o militares. Aunque afecta, concretamente, a los niños que proceden de familias con escasos o nulos recursos para vivir, se trata de un sistema de prostitución de menores que no es para nada desconocido en el país.
Tal y como explican desde la red de organizaciones no gubernamentales que velan por el cuidado de los niños en los conflictos armados, War Child International, los adultos adinerados o con poder se aprovechan de aquellos menores que, obligados por su familia o situación precaria, se ven forzados a salir a la calle en busca de comida o dinero.
Los menores son los más vulnerables en la guerra |
No hay una edad determinada para ser usado en estos actos violentos. Si un menor de siete años es considerado por este grupo apto para hacer el "trabajo", será tomado para dicho fin. El problema, es que los niños son los sacrificados de la guerra y los que han sido usados. Es por esto que, ante el regreso de los insurgentes, los niños serán unos de los principales afectados, mientras no estén protegidos y no cuenten con las garantías mínimas de educación.
De la “tradición” a la perversión.
Los 'bacha bazi' se han convertido en una práctica ligada a la cultura de Afganistán. Los niños afganos son obligados a vivir bajo la “protección” de hombres poderosos, según una antigua tradición que pervive en el norte de Afganistán.
Estos hombres les prometen un entrenamiento para un trabajo, que supuestamente les dará una vida mejor, cuando en realidad son sometidos a una esclavitud sexual pederasta de la que no pueden escapar. Los Bacha Bazi pueden ser vendidos por sus propias familias a causa de la situación de extrema pobreza, aunque en muchos casos son raptados.
Una máxima común que se puede escuchar en las calles de Afganistán es que: las mujeres son para tener hijos mientras que los chicos son para el placer.
Así es, como se valen de la vulnerabilidad de los menores para ofrecerles dinero a cambio de que bailen para ellos. Esta proposición que, en cierto modo, podría parecer hasta inocente, esconde en realidad una práctica de esclavitud sexual y violaciones continuas.
Generalmente, su “trabajo” consiste en vestirse de mujer, perfumarse y maquillarse; además, se les obliga a llevar campanas en los tobillos y en varios casos, pechos artificiales. Así mismo, danzar de forma seductora para entretener a los hombres más ricos, en el fondo, pedófilos que son amigos u hombres de negocios. Esta es la primera humillación en lo que se refiere a su identidad sexual.
Al final de la noche son violados, intercambiados por favores o vendidos a otros “amos”. Si estos menores se niegan a acceder a las peticiones sexuales de sus abusadores o intentan escapar, son sometidos a una violencia física descontrolada, llegando al punto de ser asesinados. Aunque algunos han muerto en disputas entre los “amos”, los cuales compiten entre ellos por tener al joven más atractivo, símbolo de poder y estatus social.
La mayoría de los menores prostituidos pasan el día y la noche junto a estos compradores, por lo que no pueden ejercer el mínimo de derechos, como asistir a la escuela, compartir con sus familias o vivir una vida “normal de niño” tal y como denuncia el informe de Save The Childern, 'Afraid to go outside:The impact of conflict on childern in Afganistán'.
Ciertamente, el verdadero peligro de estas prácticas, de sobra conocidas y legitimadas, es que los captores de menores no son criminalizados, muchos casos ni siquiera llegan a ser denunciados o procesados por el temor de los pequeños.
Las normas de derecho internacional y la protección integral de los menores.
En la actualidad, la violencia y explotación o abuso infantil predomina como uno de los problemas permanentes en muchos países. La prevención y protección ante estos casos de violencia es una de las prioridades en materia de protección infantil.
Para ello, se adopta en el año 1989 la Convención de los Derechos del Niño en el seno de las Naciones Unidas donde son recogidos cada uno de sus derechos en un tratado internacional al cual pertenecen 195 Estados. Esta Convención recoge 54 artículos donde aparecen los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de todos los niños.
Por otra parte, La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 proclamaría en su primer artículo que:
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
De esta manera, es evidente cómo se propende por una aplicación universal de las garantías mínimas, sin distinción de ningún tipo, reconociendo explícitamente el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad. Y así mismo, rechazando de plano la esclavitud, observando que:
“Nadie estará sometido a esclavitud ni a la servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas” (art. 4); y que “nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes” (art. 5) Declaración universal de los derechos Humanos, 1948.
La explotación sexual implica que una persona sea utilizada sexualmente sin su libre consentimiento, ya sea mediante la prostitución forzada, o la participación obligada en cualquier tipo actividad erótica o sexual, incluyendo el material pornográfico. En todo caso, siempre será una forma de agresión a un elemento fundamental de la psique humana, así como un atentado a la libertad sexual de la víctima y aún más cuando de menores se trata.
Iniciarle la sexualidad a los menores de edad es un riesgo para ellos |
En el país afgano, hasta el año 2017 el nuevo Código Penal puso fin a la legitimización de estas prácticas Bacha Bazi, o bueno casi; concretamente, los artículos 579 a 586 del capítulo V de esta norma, protegen a los niños del abuso sexual y penaliza muchas prácticas de violencia contra los menores, pero estas prácticas no son un problema reconocido a ojos de trabajadores sociales, policías o de las instituciones, lo que lo convierte en un delito casi imposible de perseguir.
Por ello, desde las asociaciones en defensa de la seguridad de los menores reivindican la "desesperada" necesidad de proteger los derechos de los niños afganos. Pero la ceguera del sistema es intencionada, ya que según una investigación llevada a cabo por Afghanistan Independent Human Rights Commission (AIHRC) en 2014, los explotadores sobornan a fiscales o jueces para silenciarlos.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) ha declarado que, aunque el derecho penal de Afganistán prohíbe la violación y la homosexualidad, no se han redactado disposiciones claras sobre Bacha Bazi. El artículo 427 del Código Penal de Afganistán castiga el adulterio y la pederastia.
En caso de que la víctima sea menor de dieciocho años, se considera una condición agravante. También es una condición agravante cuando la persona que comete el acto está en una posición de autoridad sobre la víctima; se entiende que la pederastia incluye la sodomía. Aunque el artículo 427 puede cubrir algunos aspectos del Bacha Bazi, hay prácticas que quedan al descubierto por esta norma.
La necesidad de intervención es urgente.
Ante el regreso de los insurgentes, los niños seguirán siendo utilizados mientras no estén protegidos y seguirán siendo instrumento de entretenimiento para adultos. La corrupción y la indiferencia de las autoridades frente a estos casos tan delicados, en los que las autoridades tienen el deber moral y profesional de actuar con sensibilidad, están plagados con la inacción.
Las autoridades son sobornadas regularmente para que hagan la vista a un lado, ante la explotación sexual de los menores. Además de ello, la prevalencia de la violencia en Afganistán ha permitido que estas prácticas inaceptables se sigan realizando con mayor continuidad.
Recientemente se ha intentado reestructurar el código penal afgano, buscando la entrada en vigencia de un código penal completo, que cuente con la integración de tratados internacionales, así como las prácticas generalmente aceptadas y respetadas en criminología en todo el mundo.
Debido a la inestabilidad política-social, muchos de estos procesos han sido detenidos al no contar con respaldo y garantías que permitan seguir adelante, sin que se ponga en riesgo la vida de quienes intervienen en los diferentes movimientos.
En este sentido, es inminente que la comunidad internacional condene esta violación culturalmente sancionable, y encuentre formas de intervención humanitaria, que permita ayudar a Afganistán a promulgar y aplicar leyes para proteger a sus niños, pues ante este sistema inactivo deja a los perpetradores impunes y permite continuar los ciclos de abuso, causando graves afectaciones a los menores, quienes en medio del conflicto interno terminando convirtiéndose en víctimas de algo, que ni ellos mismos comprenden.
Referencias bibliográficas.
Sreyasi Verma, WHY THE ISSUE OF BACHA BAZI DESERVES INTERNATIONAL ATTENTION, Hidayatullah National Law University, 2019.
Marta Queiruga Balado, PROPIEDAD DE OTRO: LA GLOBALIZACIÓN Y SUS NUEVAS FORMAS DE ESCLAVITUD, Universidad de Santiago de Compostela, España, 2020.
https://www.eltiempo.com/mundo/asia/que-son-los-ninos-bacha-bazi-en-afganistan-611485
https://www.elconfidencial.com/mundo/2021-08-19/que-son-bacha-bazi-afganistan_3238674/
https://elcomercio.pe/respuestas/afganistan-a-quienes-se-les-conoce-como-los-bacha-bazi-revtli-noticia/
https://www.elespectador.com/mundo/mas-paises/los-bacha-bazi-los-ninos-prostituidos-en-afganistan/
Autor: Erika León Fuentes.
Revisión: Eliana Vargas.
Edición: Erika León Fuentes y Andrés Correa.
1 Comentarios
Los niños cuentan con una primacía y especial protección, deben estar por encima de costumbres y culturas..
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