Autoridad o autoritarismo en el hogar
En las escuelas y hogares actuales se puede apreciar la presencia de hijos y estudiantes desconfiados e infelices. ¿A qué se debe esta personalidad?
Estos estudiantes son así desde niños, pasan por la adolescencia donde estas condiciones mentales y conductuales se acrecientan, trayendo de esta manera, consecuencias en la edad adulta que se pueden notar en la manera en que se desarrolla el aspecto económico, relaciones interpersonales y socio-afectivas que determina el progreso o estancamiento de la persona.
El Hogar como referente
Antes que la escuela, el hogar es la primera institución y son los padres los que tienen la importante y compleja tarea de formar a los nuevos ciudadanos que representarán, con sus acciones un futuro significativo para la sociedad.
Cada hijo es representación y espejo de su hogar y sus padres, tanto en educación como lenguajes implícitos provenientes de los mismos.
La confusión entre trato y maltrato
Hay una diferencia muy grande entre autoridad y autoritarismo.
¡La autoridad más que una condición de derecho y prestigio, es cuestión de dignidad y ejemplo!
Yo siendo profesora de quinto primaria no les puedo decir a mis estudiantes que lean, que leer es bueno y que si no leen les pongo cero… ¡si yo, profesora, no levanto el libro de todo el polvero y me pongo a leer… No me harán caso!; es más, ni me verán con respeto.
Es ahí donde se ve el autoritarismo con el famoso dicho:
“el que manda, manda aunque lo haga mal”
Algunos padres creen que si el hijo(a) comete cualquier error tiene que conocer la mano dura, el color de los regaños y sin derecho a que el acusado diga algo porque le va peor.
Se entiende el instinto de protección y del deseo de mejorar la calidad del apellido en cuanto al:
- Honor,
- Riqueza de valores
- Principios
- Logros
- El respeto
- La confianza
- El cariño de sus hijos
Criando enemigos en casa
¡El Autoritarismo no solo afecta a niños, afecta también a hijos adultos!
A veces los padres que ejercen esa modalidad de “educación” a sus hijos basada en:
- La mano dura
- El control absoluto
- La intransigencia
- El amedrentamiento
- La sobreprotección
¡Creen inconscientemente que están llevando y que llevarán durante toda la vida una carga, también suponiendo que los hijos siempre se van a someter!
Lo que hacen los hijos es que en cierta edad se van rápido y a veces sin estar totalmente preparados a buscar un trabajo e independizarse para encontrar la libertad, con la esperanza de encontrar la paz y descanso que toda persona necesita.
¡Nadie tiene paz si ve que sus propios derechos están siendo perjudicados!
Esa persona hija de padres autoritarios se siente minimizada, una persona irrespetada y que no tiene la suficiente inteligencia para tomar decisiones correctas y es desconfiada al 100% ya que estos padres pasan por encima de los hijos sin importar su opinión y sentimientos.
Autoridad Alternativa
Sería tan bonita una autoridad pero basada en amor, donde haya comunicación, donde se tenga respeto por la integridad de los demás y asimismo entre parte y parte llegar a una solución sin necesidad de:
- Golpes
- Gritos
- Amedrentamiento
- Faltas de respeto
- Un buen ejemplo
- Diálogo
- Un buen abrazo
- Una buena enseñanza
Hablar de la cruda realidad y dejar de pintar pajaritos en el aire donde debe haber un cuento de hadas y si no lo hay, no hay nada.
Eso no está bien, porque estamos en un mundo de imperfección y si los hijos se van a quedar esperando toda la vida “el vivieron felices para siempre” mientras los años siguen su curso.
La autoridad no controla sino que es eficaz mediadora
¿Qué deben hacer los padres?
Existe un factor común entre todos los padres y madres que es el miedo a que los hijos se equivoquen y sufran, pero les cuento, cada acto tiene consecuencias y controlarlos siempre los va a hacer infelices y no les va a permitir aprovechar oportunidades.
¡El ser humano siempre va a cometer errores porque simplemente es un ser imperfecto!
Es libre de tomar sus decisiones pero siendo consecuente y que ejercite la capacidad de responder por lo que hace, brindando opciones y que por sentido común vea que es lo más conveniente, así será responsable de sí mismo.
En caso de una pelea
Para los niños y adolescentes no es lo mismo simplemente pegarles por pelear entre hermanos a sentarlos a los dos con todos los miembros de la familia y hablar de los motivos de la pelea, decirles que pelear no los va a llevar a ninguna solución.
Se pegan, se lastiman y después a correr para el hospital a ver quién se muere o prefieren mejor hablar, conciliar y disculparse; en el caso de los hijos adultos, brindarles confianza, no juzgar, guiar, escuchar puntos de vista, no subestimar, respetar, no controlar y confiar en lo que formaste.
En caso de noviazgos
Si le enseñaste a una señorita desde los nueve años a cómo comportarse con los hombres y en la adolescencia evitaba fijarse en cualquiera para no caer en un embarazo sus 23 años por más terrible que esté la sociedad, ella va a saber elegir y no va a juntarse con cualquiera gracias educación adecuada desde pequeña, así que hay que respetar la privacidad, nadie necesita un vigilante.
Busquen comunicarse
Queridos padres, se necesita dialogo, comunicación y escucha. Se trata de dar explicaciones, todos los hijos, de todas las edades necesitan saber con argumentos:
- Por qué no deben hacer ciertas cosas
- Cómo manejar la situaciones con independencia
- Controlar las emociones
- La manera de dar a conocer el propio punto de vista
- Saber tomar decisiones
- Las consecuencias de sus actos
Es mejor formar al niño que remendar al adulto.
Al niño se le educa con pertinencia, fundamentos y ejemplo; a los adultos se les guía, se les respeta sus decisiones.
¿Qué deben hacer los hijos?
Los padres tienen toda la experiencia para decir las cosas, de enseñar, de educar y de instruir ya que ellos ya pasaron por gran cantidad de años y por ende saben o se logran imaginar que va a pasar si se toman ciertas decisiones y por eso se pueden mostrar en algunos momentos con un poco de severidad, porque quieren que a los hijos le vayan bien.
No se muestran intransigentes, controladores y todas la situaciones de las que hemos hablado:
El deber de todo hijo es también escuchar a los padres y si no están de acuerdo con algo decirlo de buena manera y no guardarlo en el cofre del resentimiento.
Hay que tener en cuenta ser considerados y agradecidos con los padres por deben:
- Criar hijos
- Pagar servicios
- Arriendo
- Comida
- Educación y
- Seguro social
Si se saben ordenar las prioridades (salud, seguridad, independencia, educación, paz mental y progreso) se sabrá manejar el dolor al dejar algo que queremos, pero que no conviene; se irá en rumbo a la esperanza y progreso, por el camino de la perseverancia teniendo siempre en cuenta que la vida no es fácil y que hay que trabajar duro.
Abandonemos el egocentrismo
No somos el centro de atención, no siempre tendremos lo que queremos y debemos luchar por buscar la plenitud en concordancia con los propios deseos con tal de que no dañen a nadie.
Hay que tener en cuenta que algún día partiremos de casa y que independientemente de lo que los padres hagan debemos servirnos de nuestra propia:
- Fortaleza emocional
- Felicidad
- Aprendizaje
- Autonomía
- Independencia
- Responsabilidad
Hagamos esto por dos razones
- Así los padres verán (poco a poco) esas virtudes en los logros y consideren una persona autosuficiente, por lo tanto sentirán tranquilidad con las acciones, ya que se sabe que serán las mejores.
- Se debe buscar siempre las prioridades y pensar en el bienestar para crecer y progresar, nadie va a regalar nada porque cada uno debe luchar por lo suyo sin importar las adversidades o condiciones.
¡Hay que mirar la peor de la circunstancias como una oportunidad para crecer y aprender!
Autoría: Eliana Vargas
Correción: Erika León Fuentes
Edición: Andrés Correa
Sobran Las Presentaciones se encarga de compartir contenido para el aprovechamiento del tiempo libre.
1 Comentarios
La nuevas prácticas y estructuras dentro del núcleo familiar acarrea nuevas estrategias de crianza. En el cuál tanto padres como hijos tengan la oportunidad de conocerse y aprender recíprocamente.
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