Cuando la ciencia decepcionó al mundo

Fondo negro con persona de camisa blanca y en su cuello hay una explosión de llamas

El 6 de agosto de 1945 Estados Unidos envió aviones hasta Japón para detonar sobre la población de Hiroshima la más grande invención de la física moderna: La Bomba atómica, tres días después se repetiría el mismo acto en Nagasaki. Con este acontecimiento tan destructivo nos preguntamos ¿La ciencia nos ha deshumanizado?

Cuando la ciencia decepcionó al mundo

(La siguiente entrada es la primera parte de una reseña acerca del libro Teoría de la acción comunicativa (Tomo I) de Jurgen Habermas)

“la redención discursiva de una pretensión de verdad lleva a la aceptabilidad racional, no a la verdad como se entiende en sentido precario”
Jurgen Habermas

Fotografía en blanco y negro de la bomba little boy, alargada y cargada con Uranio-235
Little boy, Bomba de Uranio-235, lanzada en Hiroshima


Ocurridas las dos guerras mundiales, nos preguntamos seriamente sobre el papel de la razón y el lugar de la ciencia en la vida del hombre, entendiendo está como acción humana y como producto social y cultural.


Fotografía en blanco y negro de la bomba fat man, redona, grande y negra cargada con Plutonio-239
Fat man, Bomba de Plutonio-239, lanzada en Nagasaki
En ese orden de ideas, podemos entender que, el máximo producto de la sociedad: “la ciencia” resultado de la cultura occidental, ponía en entre dicho tal ideal de progreso. Porque gracias al manejo turbio de la energía atómica, los desórdenes y efectos de las dos guerras mundiales en el proceso de configuración de los Estados se presentaba un panorama geopolítico bastante desolador.



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Justo sobre ese momento desolador de la historia humana los intelectuales se preocuparon por indagar sobre ¿Qué es lo que verdaderamente nos hace humanos?, precisamente si no hay un sentimiento de respeto por la vida del otro, toda vez que el avance de la ciencia trajo consigo una catástrofe planetaria, estaríamos prácticamente rumbo al fin como especie.


Sartre sostiene una pipa y hay una biblioteca trás él, no mira a la cámara, se deja ver de perfil con sus gafas redondas y su cabello bien peinado hacia atrás
Jean Paul Sartre,
Filosofo francés del Siglo XX
Jean Paul Sartre el filósofo más famoso de la posguerra, promotor del existencialismo ateo escribiría en un texto de 1946, (“El existencialismo es un humanismo”) su célebre formula; “La existencia precede a la esencia”. Advirtiendo con gran singularidad filosófica la fuerza con que se desarrollaría una nueva línea de pensamiento en torno a una antropología filosófica y política.

"La existencia precede a la esencia"
Jean Paul Sartre, El existencialismo es un humanismo 



Heidegger sentado en su escritorio meditando y escribiendo una carta
Martin Heidegger,
Filosofo  alemán del Siglo XX
No obstante, a esta posición reaccionaría de forma implacable y destructiva el filósofo más importante del Siglo XXMartín Heidegger con su (“Carta al humanismo”) escribiendo su demoledor apotegma: “El lenguaje es la casa del SER y el hombre es su pastor”.  Sobre esta importante línea de análisis se erigiría un nuevo debate en torno a la tradicional idea de racionalidad, en diversos campos del saber humano.

"El lenguaje es la casa del SER y el hombre es su pastor"
Martin Heidegger, Carta al humanismo 



¿Quieres saber más? Leer aquí la segunda parte: La razón Comunicativa de Habermas

Por: Fernando Hernández
Edición: Andrés Correa


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1 Comentarios

  1. Recordemos que Oppenheimer fue el desarrollador de la bomba atómica basándose en las ideas de Einstein, hicieron las primeras pruebas en los desiertos de Arizona.

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