Un día como el de hoy en 1962, nace en Bogotá el señor German Vargas Lleras un político formado en el campo del derecho y la economía en la Universidad del Rosario con experiencia en la administración pública y también como no con una imagen altamente controversial.
Es conocido
por su fuerte temperamento y por su particular forma de llamar la atención y
entrar en contiendas con los ciudadanos. Pero ciertamente, ¿Qué representa este
individuo para la sociedad nacional? ¿A caso Está dicho todo sobre él? Desde
luego no, ya que ingresar en la imagen política y en el sentido de vocación y
servicio propio de un servidor público de tal naturaleza no es tarea fácil. Pues
no podemos reducirlo únicamente a los momentos de militancia que este señor tuvo
en el Nuevo Liberalismo dónde fue secretario y concejal del partido,
seleccionado por su propio mentor Luis Carlos Galán Sarmiento.
O hablar de su campaña como Vicepresidente,
Ministro, senador, concejal ya que creo que todo eso queda concentrado en su
actual candidatura hacia la presidencia, su ascendencia es vertiginosa, su
discurso ciertamente fuerte y su crítica al programa Juan Manuel Santos
retumba.
Sus escándalos, su forma de poner los puntos sobre
las ies y los estallidos en cólera que ha manifestado en público hacen pensar
sobre su posible actuar si llegase a fungir como máxima autoridad
administrativa, jefe de Estado y de gobierno.
Pero lo más inquietante y sobre lo que nos gustaría hacer
énfasis es en que a este señor lo precede toda una línea sanguínea de gobierno
de nuestro territorio, baste observar brevemente la figura del billete de mayor
denominación en nuestra actual economía (Cien mil pesos). Por dar una ilustración
mínima del caso.
Nuestra modesta columna no pretende irse en contra o
favor del señor que ha llamado a los ciudadanos “gamines”, a los líderes de otros gobiernos “patanes”, o
le da coscorrones y sombrillazos a sus escoltas, y se refiere como “venecos” a
los extranjeros que hoy por hoy nos están visitando de forma desmesurada.
Tampoco pretende hacer apología sobre su experiencia
como mandatario y líder político, mucho
menos dudar de las capacidades y actitudes del doctor Vargas lleras,
solo anhelamos poner el dedo en la llaga contaminada de la democracia nacional.
Puesto que queremos poner a discusión y análisis del lector-ciudadano: ¿Es viable apoyar a candidatos que aunque
tengan experiencia gobernando cuenten con un aval genético del ejercicio del
poder? ¿Vale la pena ceder el país a un personaje que quiere poner a funcionar
la economía y fortalecer la nación y la política tradicional con mano dura, una
personalidad arrogante y atravesada como diríamos los santandereanos?
“La más humilde
invitación está en hacer que el pueblo, los ciudadanos se apersonan más de su derecho-deber
(voto), y participen en el devenir del país su opinión, o su sedentarismo serán
la línea fundamental del futuro de las nuevas generaciones que trazarán la historia
de nuestra nación colombiana”.
Por:
Luis Fernando Cuevas Hernández
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